“El gran reto es tratar de que los niños y niñas que vienen cada día a nuestras aulas tengas las mismas oportunidades que los que van cualquier colegio de fama”
-La primera pregunta es obligatoria, ¿cuántos alumnos tiene en este momento el C.P. Villapendi? ¿Qué enseñanzas oferta?
Villapendi es un colegio de Educación Infantil y Primaria y en la actualidad tenemos 57 alumnos, de tres a doce años.
-¿Cómo definiría la filosofía de esta institución?
Dice nuestro proyecto educativo que el centro trata no solo de transmitir conocimientos a sus alumnos sino de formarlos de manera integral como personas. Tratamos de ser no sólo un centro que imparte las asignaturas reglamentarias sino también de ser un centro que proporcione a su alumnado la posibilidad de disfrutar de su tiempo libre de una manera constructiva, que tengan la oportunidad de realizar otras actividades.
Por otra parte nuestro lema “Ven a hacer escuela con nosotros” es una invitación a que la comunidad se acerque al centro y participe de una manera o de otra en la vida del mismo. Y esto hace referencia no solo a los padres sino también a las organizaciones del Valle, etc. Es un centro abierto a la comunidad, con las limitaciones que nos impone la escasez de recursos.
-¿A qué retos, a qué desafíos, debe enfrentarse la directora de un colegio como este?
Más que a retos y desafíos, que son palabras que tienen una connotación un poco de obras grandes, debe enfrentarse a la cruda realidad de la vida cotidiana: las carencias de una escuela pequeña; a que las autoridades no te hagan caso cuando acudes cargada de argumentos a reclamar cosas que te parecen de lo más razonable; a tener que hacer cada día de aprendiz de un sinfín de tareas para las que no te ha preparado nadie: contable, conserje, consejera, juez de pequeños grandes conflictos… a pelearte con SAUCES y GECES y demás familia tecnológica... y con todo ello el gran reto es tratar de que los niños y niñas que vienen cada día a nuestras aulas tengas las mismas oportunidades que los que van cualquier colegio de fama.
-¿Cuáles son las necesidades de un centro, que, a diferencia de otros, se ubica en una población como Villapendi?
Las necesidades son más o menos las mismas que en cualquier otro centro público, en cuanto a materiales educativos etc. El hecho de estar en un núcleo pequeño y de tener pocos alumnos hace que muchas actividades resulten más costosas que en un núcleo urbano: si quieres llevar a los alumnos a un museo necesitas disponer de un autobús y de toda la jornada escolar; si quieres organizar una actividad con un monitor deportivo, te sale a un precio por alumno mucho más elevado, así sucesivamente.
Por otra parte hay otras ventajas: el entorno es muy tranquilo, muchas instituciones del pueblo colaboran organizando actividades.
-¿Cómo le gustaría que evolucionase el colegio de cara a un futuro? ¿Cómo le gustaría ver el centro dentro de unos años?
Me gustaría que creciera un poquito, pero no demasiado… que conserve el encanto de un colegio pequeño, familiar, donde todos los niños y niñas se conocen y se quieren…. Y me gustaría ver un colegio cuidado, con un mantenimiento adecuado, que cada año se vayan haciendo pequeñas mejoras en lugar de dejar que se deteriore. Que la gente lo siga considerando como algo suyo, que forma parte de su pueblo, de su historia y de su vida.
-¿Ha repercutido en el centro la pérdida de población que sufre el concejo en general, y en particular el Valle de Turón, desde hace años?
Muchísimo. Desde la época dorada de la minería en la que el colegio llegó a tener más de doscientos alumnos… La pérdida de población -y el envejecimiento- ha repercutido en la natalidad y por lo tanto en el número de alumnos. Y luego también repercute de forma indirecta en cuanto a que desaparecen equipamientos culturales, comerciales etc. todo lo que repercute en la vida de un pueblo repercute de una manera o de otra en su escuela.
-El Valle de Turón cuenta con dos colegios y un instituto, ¿cómo es la relación entre todos los centros?
Pues yo creo que muy buena. Los colegios de primaria en este momento tenemos una excelente relación, tanto a nivel de profesorado como a nivel de asociaciones de padres, incluso realizamos varias actividades en común a lo largo del curso: acabamos de celebrar los carnavales y tenemos alguna cosilla más por ahí en perspectiva. Con el instituto tenemos menos relación, por razones de edad del alumnado, que conllevan intereses diferentes. Pero la relación es buena con todos ellos (incluido el CP Las Vegas de Figaredo, que aunque no está en el Valle es también una escuela amiga)
-En relación con la pregunta anterior, ¿cómo valora la oferta educativa existente en estos momentos en el valle?
Yo creo que es adecuada. Se puede hacer toda la enseñanza obligatoria y bachillerato en el Valle. Además el instituto cuenta con una oferta de ciclos formativos que, aunque obviamente no puede ser muy amplia, por tamaño de la población a la que se dirige, ofrece la oportunidad de continuar con la enseñanza post-obligatoria aquí. Me parece que la oferta está muy bien.
-La enseñanza, como cualquier otro ámbito, ha sufrido cambios en los últimos años, ¿han sido a mejor o a peor, desde su punto de vista?
A pesar de que todavía hay mucho margen para mejorar, y ya sabemos que nos falta mucho para estar al nivel de los países nórdicos, que todo el mundo utiliza como referente, yo creo que ha cambiado mucho a mejor: si comparas la escuela actual con la que yo me encontré en 1985, cuando empecé, no hay color: en medios, en formación del profesorado, en metodología, en programas de apoyo a la enseñanza, en el porcentaje de población que está escolarizada, etc. Es cierto que el arco iris político no ha encontrado la manera de ponerse de acuerdo para elaborar una ley que proporcione un poco de estabilidad al sistema educativo y tantos cambios nos han traído bastante de cabeza; pero también es cierto que la legislación europea nos ha ido obligando a establecer unas directrices más o menos comunes con los demás países de la Unión. Claro que si nos quieren comparar con Finlandia o Noruega, habría que empezar por igualar el presupuesto y … con lo que cae…. No creo que sea este curso ni el que viene.
-En los tiempos que corren, ¿existe el absentismo escolar? Si su respuesta es afirmativa, ¿cree que será posible erradicarlo algún día?
Desgraciadamente todavía existe, sí. No en un colegio como el nuestro, ni en general en primaria; pero hay sectores en los que todavía es un problema. ¿se llegará a erradicar? Espero que sí. Creo que el hecho de lograr este objetivo es un indicador de la calidad del sistema educativo de un país.
-¿Qué mensaje haría llegar a los padres que estén leyendo esta entrevista?
Esta es una época difícil para ejercer de padres: todo cambia rápidamente, hay incertidumbre en muchos aspectos de la vida…
Aunque les gustaría poder dárselo todo a sus hijos y protegerles de todo, esto no es posible. Mi mensaje para los padres sería que ejerzan de padres, que animen a sus hijos a luchar por lo que quieren, que se preocupen por que tengan la mejor formación posible.
También les diría que les enseñen a mirar al futuro con optimismo, porque todas las generaciones han tenido que adaptar a la época que les ha tocado vivir y los niños y niñas de hoy se tendrán que adaptar a la suya.
-A lo largo de nuestra trayectoria hemos charlado con diversas personas relacionadas con el mundo de la enseñanza. Todos ellos coincidían en una cosa, que ha habido recortes que han afectado a los centros. ¿Cómo han repercutido estos en su colegio?
De momento no ha habido recortes de personal, -tampoco había mucho de donde recortar en este aspecto- pero sí en el presupuesto, en el mantenimiento del edificio y también se ha notado mucho en ayudas que existían antes para realizar proyectos o actividades y ahora han desaparecido. Si unes todo lo que se ha ido recortando de aquí y de allá la rebaja ha sido importante… ¡Y ahora nos amenazan con cortarnos la luz!
-Nadie mejor que alguien dedicado a la enseñanza para responder la siguiente pregunta: ¿cómo ve al Campus de Mieres y todo aquello que se ha implantado y se pretende implantar en él?
Para empezar me parece buena idea que la Universidad se descentralice y se extienda a núcleos diferentes de las grandes ciudades; creo que así se acerca más a la gente y contribuye, como todo centro educativo, a dar vida a estas poblaciones más pequeñas, en este caso Mieres.
La inversión que se realizó fue muy elevada y probablemente no se rentabilizará de manera inmediata. Pero ya al margen de las actividades académicas de la escuela politécnica, los proyectos que están desarrollando en innovación tecnológica, el centro de soft computing, etc poco a poco irán situando el nombre de Mieres en los foros internacionales. El reto es que todo ello contribuya a fijar población en el concejo.
-Y ya por último, una pregunta que hicimos a su homólogo, D. José Espiño, director del I.E.S. “Valle de Turón”; como directora de una institución educativa, ¿cree que volverán a abrirse algún día las diferentes escuelas rurales cerradas en las últimas décadas?
Lo veo difícil. Fundamentalmente porque no hay alumnos. Los pueblos se nos mueren de viejos y nadie parece preocuparse por eso. Si los ciclos de la actividad económica (o la falta de ella) lograran repoblar los pueblos con nuevas familias y llenarlos de niños y niñas, sin duda habría que volver a abrirlas.
Hay sectores de opinión que lamentan lo caro que resulta mantener estos puestos escolares en escuelas muy pequeñitas. Mi opinión es que la inversión en escuela rural no solamente tiene una rentabilidad a nivel estrictamente académico sino también a nivel social, en la medida en que contribuye al desarrollo y la vertebración de los pueblos.
La imagen bucólica de la Asturias rural que se oferta en los folletos turísticos no es posible sin una población que viva en los pueblos, que se ocupe de la ganadería, de cuidar los caminos.
Comentarios
La verdá ye que tien que ser un lujo el ser directora de un colexiu tan familiar, tan pequeñu.
Norabona, y a seguir!