Me alegró mucho ver, hace unas
semanas, que, tras haber estado destrozado de una manera asombrosa,
el ‘mausoleo’ conocido como “Accidentes
mineros del Valle de Turón” vuelve a ser el que era.
Quizás parezca una tontería, pero me
daba cosa verlo como estaba hasta hace unos meses, sin gran parte de las placas
que recuerdan, con sus nombres y apellidos a los cientos de mineros que dejaron
sus vidas en las minas que, durante décadas, fueron el motor del valle.
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| *El mauselo, ya restaurado. |
Ninguno de los que allí figuran son
parientes míos, pero son muchos los que sí, como el caso de esa cría y de su
padre. Y me pongo casi tan contento como ellos de poder ver ese homenaje que se
les ha hecho, con unas cuantas placas y un par de muros, en pleno corazón de
Turón.
Lo que soy incapaz de entender es que
haya gente que, precisamente, no comprenda eso. Era para hacerles pagar a ellos
todo lo que se ha tenido que gastar ahí para reparar algo que no habría tenido
falta de tocarse en siglos, para ver si así aprendían a respetar.
Solo espero que no vuelva a suceder y
que se haya tomado alguna medida al respecto, para evitar que todos esos
cientos de mineros fallecidos vuelvan a quedar nuevamente sin nombre.
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