LA TRIBUNA DE MONTERDE: Si no hubiesen derribado el Carrero Blanco...

El Colegio Carrero Blanco, que luego fue conocido como Colegio Clarín, formó en sus aulas a miles de críos del Mieres de los años 70, 80 y 90. Creo recordar que fue en 1999 cuando el edificio pasó a ser parte del complejo educativo del IES Bernaldo de Quirós.

No era poco lo que el colegio tenía… Aparte del edificio, que era tan grande como el actual Colegio Llerón-Clarín, el recinto tenía un polideportivo con parquet en el suelo y calefacción, así como dos edificios de una planta dedicados a la administración, a los que había que sumar otro, que era la vivienda del bedel.

Como verán, era un colegio que en infraestructura estaba cien veces mejor que el Liceo Mierense o el Aniceto Sela.

*El colegio, en una foto retrospectiva.

¿A qué viene esto? Pues a que hace unos, de la que pasaba por la zona, me dio por asomarme a ver cómo está el solar que dejó el Clarín, después de ser derribado en 2008. Se proyectaba construir una cafetería al estilo americano en ese solar, para el Campus. Muchos fuimos los que criticamos el derribo en distintos foros de internet de aquella época. Igual fuimos visionarios o igual tiramos de sentido común, pero estaba claro que un Campus sin apenas alumnos, como era el de 2008, no iba a aumentar a toda velocidad su número de alumnos porque se construyeran una residencia de estudiantes, una cafetería de estilo americano y un polideportivo. Quizás hubiera sido más útil invertir los nueve millones de euros que costó la ampliación del Campus en personal y en ofrecer nuevos estudios que atrajeran más estudiantes. Pero eso, para otro día.

El caso fue que se derribó el Carrero Blanco o Clarín y pasaron los meses y los años y ahí se quedó su solar. Al poco de ser derribado se dio para atrás en la idea de la cafetería americana y ahí se dejó una parcela preciosa, más o menos grande, sin un uso claro.

Se metió la pata, y mucho, al derribar un edificio que no tenía muchos años (debía rondar los treinta) y que podía haber seguido usándose durante muchos años más. Sus aulas podrían haberse reconvertido en aulas de estudio, creándose así un centro de estudio que además estaría al lado del Campus. Podría haberse reutilizado, también, como hotel de asociaciones. Su polideportivo podría haber sido usado por alguno de esos pequeños clubes que, sin local propio, tienen que entrenar en el polideportivo Sur.

¡Qué pena no poder viajar atrás en el tiempo! ¿Verdad?

Hoy solo queda del Clarín o Carrero Blanco su solar y unas fotos únicas de sus pasillos, su biblioteca y varias de sus aulas que Plauto tiene en su haber y que me ha prometido, cuando le conté que iba a escribir sobre el tema, mostrar en el blog.

¿Qué debería hacerse con el solar? Lo primero, desbrozar. Lo segundo, remover la tierra y, después, sembrar de ese césped que hay por detrás de la residencia de estudiantes y plantar algún arbolillo. Poner un par de bancos y convertirlo en un pequeño parque. Bueno, bonito y barato.

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