HISTORIAS DE NUESTRA HISTORIA: Un colchón con 'premio' (1976)

Aunque pueda parecer sacada de una película o de una serie de televisión, la historia que les contamos en esta ocasión es totalmente real. Ocurrió en Mieres en agosto de 1973 y tiene como protagonista un colchón. Mejor dicho, lo que había dentro del colchón.
*Artículo en ABC.
La historia comienza en Mieres con una almoneda o subasta pública de bienes motivada por la intervención de la justicia. Un industrial lanero del concejo asiste a ella y compra, entre otras cosas, un colchón en buen estado, según la prensa de la época para aprovechar la lana que contenía.
Se lo lleva a su casa y… ¡Sorpresa! “Nada menos que 105.000 pesetas [para la época, mucho dinero] se ha encontrado un industrial lanero de Mieres en el interior de un colchón adquirido en una almoneda para aprovechar la lana de su interior”, recogían los diarios El Comercio y ABC en sus ediciones del 31 de agosto de 1973.
La sorpresa del lanero fue aún mayor al ver que eran “billetes de 5, 25 y 50 pesetas”, que ya no circulaban desde 1971.
La dueña de los ahorros, quizás previendo que algo así podía pasar, había colocado en el colchón una etiqueta con su nombre. El lanero, honrado, “inmediatamente envió a uno de sus recaderos a devolver el dinero a la persona interesada, una señora del barrio de La Peña”. La mujer se identificó como tal y recuperó su particular fortuna.
La cosa no quedó ahí… En señal de agradecimiento, “la tradicional y ahorradora dama del dinero en el colchón”, quiso tener un detalle con el recadero y su jefe por el gesto que habían tenido, por lo que “entregó al recadero que le devolvió sus 105.000 pesetas una propina de solo 20 duros”, comentaba, con sorna, el periodista de ABC.
De esta forma, la mujer recuperó sus ahorros y el lanero se quedó su colchón. Cómo había llegado este a ser subastado es algo que la prensa no explica, aunque todo apunta, por las circunstancias del caso, a un embargo de bienes para hacer frente a algún pago reclamado judicialmente. Quizás la mujer pensó en el colchón como la mejor opción para guardar su dinero, ante cualquier imprevisto que pudiera pasar, embargos incluidos. La jugada estuvo a punto de salirle mal. 

Comentarios