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*Aguas A.I.T.O. de Mieres. |
Una errata la tiene cualquiera.
Equivocarse a la hora de escribir algo no necesariamente indica desconocimiento
de la gramática o de las circunstancias para las que se escribe. Una errata
puede llegar a ser hasta graciosa cuando uno va por la calle, se encuentra con
una señal provisional, de esas que van sobre un pequeño trípode, y se fija en
que en su parte posterior pone lo que se aprecia en la primera de las imágenes
que contiene este artículo: A.i.t.o.
[sic] de Mieres. Sí, A.i.t.o. en vez de Ayto. que imagino que sería lo que pretendía escribir la persona a
la que se encargó rotular en la señal que era propiedad del Ayuntamiento de
Mieres. Puede ser disculpable, aunque quizás con echar un vistazo a su ropa de
trabajo se hubiera encontrado con la abreviatura correcta de Ayuntamiento. Ayuntamiento es Ayto. y
no A.i.t.o., que no es nada (o al
menos, no lo que pretendía que fuese) y menos con puntos. Un despiste lo tiene
cualquiera.
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*De persoma a persoma. |
Que se cuele una errata en un texto
escrito a mano es fácil y disculpable. No lo es si el texto se escribe a
ordenador: Word y el resto de procesadores de texto tienen unas rayitas rojas
que aparecen para subrayar cualquier palabra que se escriba incorrectamente.
Sin embargo, parece ser que en algunos ordenadores de la Casa de Cultura, Word
funciona de una forma un poco diferente. Esa sería la única explicación para lo
que se ve en la segunda imagen con la que cuenta este artículo. Se trata de un
aviso que apareció colgado en el tablón de entrada de la Casa de Cultura hace
un par de meses. Un anuncio en el que, paradójicamente, se habla de concursos
literarios. Dice así: por cuestión de
espacio nose [sic] exponen los
concursos literarios. Las persomas [sic] interesadas pueden pasar a solicitarlos em [sic] la O.I.J. que se encuentra en la 2ª planta
de este edificio.
La tilde en cuestión la he puesto yo. Aunque haya quienes piensen que las
palabras escritas en mayúscula no deben llevar tilde, es una creencia errónea.
Aclarado eso, poco hay que comentar del nose,
de las persomas o de la preposición em, más allá de la sensación que produce
entrar en un edificio como la Casa de Cultura y encontrarte con algo mal
escrito. Va a ser verdad eso de que en casa del herrero, cuchillo de palo.
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*Calles femeninas. |
Tampoco son disculpables aquellas
erratas que se deben al contexto, cuando se supone que es algo escrito por una
persona que conoce aquello de lo que habla y que de no ser así, podrían haberse
resuelto con un callejero en la mano. Es lo que ocurre en el tercer y último
ejemplo. Nota de prensa o aviso publicado por el Ayuntamiento de Mieres en su
web con motivo de la San Silvestre y los cortes y restricciones de tráfico que
se iban a producir aquella tarde. La nota de prensa o el aviso, no tengo muy
claro qué era exactamente, se indica el recorrido de la prueba, que pasará por
la calle Fray Paulina [sic], entre
otras. Sí. Se ha feminizado el nombre de la calle Fray Paulino Álvarez. En el
segundo párrafo el fenómeno feminizador va a más: por dicho motivo se cortarán las calles citadas, estableciéndose cortes
en la calle Teodoro Cuesta, a la altura de Carreña [sic] Miranda […] Se cortará el acceso hacia la calle Valeriana Miranda [sic] a la altura de Manuel Llaneza. El
último párrafo vuelve a hablar de Valeriana
Miranda. Es cierto que últimamente se tiende a la diferenciación de sexos,
pero, estimados y estimadas lectores y lectoras, ello nada tiene que ver con
intentar convertir en mujeres a Fray Paulino Álvarez, Carreño Miranda y a
Valeriano Miranda.
¿Cómo evitar estos errores? Echando un
vistazo o una relectura a lo que se escribe antes de dar al botón de imprimir o
de subir a la web y, en el primer caso, con un rotulador para poner una patilla
a la i y convertirla en y. No cuesta tanto evitar faltas y
errores cuando se escribe para el público.
Comentarios
Lo leí yo así tal cual en un papel puesto hace ya algún tiempo en La Villa, en las casas que dan a la general.
Que nadie tome a mal este comentario. Sería una interesante prestación para muchos empleados, viendo lo visto.
-"Las cloacas del interior", de Jaume Roures y Jordi Évole. De Jaume Roures, sí. Évole nun tuvo que ver na n'esti documental, ni produjo ni narró ni na.
-"De miles gloriosus", de Teatro Kumen. L'obra llámase sin más "Miles gloriosus".
-"Paris, texas", de Win Wenders. El nome del director ye Wim.
-"En 80 días", de Jose Mari Egoneaga. El nome del director ye Jose Mari Gonenaga.
-"Conspiraciones: ¡Por qué no gobernó la izquieda?", de Jesús Cintera. El nome del autor y periodista ye Jesús Cintora.
Podía siguir. Cualquiera que sepa un pelín de cine y de teatru va a pasalo bien analizando les guíes trimestrales del área de Cultura porque tan repletes d'errates cuando nun tenía que ser asina y mucho menos tar días confundíos como apunta otru llector. A ver si paso pronto per la d'esti trimestre.